El famoso juego de cartas, tan tradicional y popular en nuestro país, tiene origen árabe.
Su nombre proviene de truk o truch. Algunos lingüistas creen que es el origen etimológico de la palabra “truco”, justamente por los ardides que se emplean.
Una leyenda cuenta que los musulmanes españoles disponían de una baraja entera pero que, en un descuido, esta fue desarmada por los niños.
Los chicos decidieron recortar ciertas figuras para jugar a la guerra: reyes, caballos y sotas; mientras que el as de oro y copas se convirtieron en los premios.