Durante la 2ª Guerra Mundial, Irena Sendler consiguió una autorización para trabajar en el gueto de Varsovia, como especialista de canalizaciones.
La enfermera salvaba niños judíos y los sacaba del gueto. Logró ayudar a cerca de 2.500 niños.
Para hacerlo, Irena tenía varios métodos como sacar a los pequeños entre cajas y utilizar un perro que ladraba mucho para ocultar los llantos de los pequeños
La mujer hizo parte del Zegota, el Consejo de Ayuda a los Judíos, que estuvo en funcionamiento hasta el final de la guerra.
Miembros de la resistencia clandestina sobornaron a uno de los guardias que la custodiaba, y pocas horas antes de su muerte consiguió escapar.
Antes de que terminara la guerra, Sendler retomó su posición en el Zegota y trabajó como enfermera durante el alzamiento de Varsovia
Tras el fin de la guerra, ella intentó localizar a los padres sobrevivientes y así reunir a las familias, pero en muchos casos no lo logró
Con 98 años, Irene fue nominada al premio Nobel de la Paz, aunque no lo fue concedido. Se ganó el título del Ángel de Varsovia.