**Con información de Flavio Calvo, doctor en Psicología
Ser gordo es mucho más que una cuestión de peso, de medidas y de talles, es una cuestión de emociones, de familia, de sociedad, de maltratos y mandatos, y de muchos otros temas.
Hay emociones que se tapan con comida, suelen ser las que no son placenteras sentirlas.
Es muy común silenciar con comida la tristeza, la ansiedad, o el aburrimiento
Es válido reconocer que hay emociones que realmente reciben una resolución momentánea con ciertos alimentos.
Por ejemplo, el chocolate produce serotonina, un neurotransmisor que produce una sensación de bienestar mental y mejora el estado de ánimo, pero este estado no deja de ser efímero
Una persona puede ingerir varias “dosis” de chocolate para sostener una emoción positiva, pero luego podrá convertirse en culpa o enojo, muchas veces acompañada de autocondenación