La cantante británica compró la mansión que Sylvester Stallone tenía en Los Ángeles por alrededor de 60 millones de dólares.
Se trata de una propiedad de lujo donde el actor vivió durante los últimos 30 años.
Adele ya había comprado su tercera mansión en Berverly Hills en julio pasado. Esa solía ser propiedad que era de Nicole Richie y el músico Joel Madden.
Es una de las propiedades más grandes de Beverly Park, con 1700 metros cuadrados y vistas directas a un increíble paisaje de Los Ángeles.